martes, 1 de marzo de 2011

Convivencia de 4ºD

Se acercaba nuestro momento, esa convivencia de cada año, la de cada clase que esta vez duraría dos días. Dos días diferentes y especiales, cada uno a su manera.

En ese primer día hicimos tantas cosas, compartimos momentos de diversión, con juegos para conocer más a nuestros compañeros de clase, dedicamos momentos a reflexionar, a través de una película, pero para mí el momento más importante del día fue la celebración del perdón, en la que abrimos nuestro corazón a Dios, una hora en la que nos dimos cuenta de los errores que a veces cometemos, con los que hacemos daño a las personas que queremos o incluso a nosotros mismos y se lo mostramos a Él, a esa persona que siempre, pase lo que pase, está dispuesta a escucharnos y a perdonarnos.

El siguiente día fue diferente, dedicamos una parte del día a conocer más a los demás y a nosotros mismos, a través de una dinámica muy especial. Vimos un fragmento de una película que nos mostraba las diferencias entre la vida de un cristiano y un no cristiano, y comparar así nuestras vidas con esas, dedicamos un tiempo también a nuestra clase, para ver los aspectos que esta debería mejorar para una mayor convivencia día a día, todo esto unido a juegos con los que nos lo pasamos genial y la misa, parte más importante del día, momento final de la convivencia para dar gracias a Dios de la experiencia que nos había dejado vivir, de conocer más a esas personas que comparten la semana con nosotros, y acercarnos un poquito más a Él a través de los momentos de oración y reflexión.

Quiero deciros que disfrutéis estas convivencias, y no vayáis por el simple hecho de perder clase, y por los momentos de diversión, sino por esos pequeños instantes en los que Dios está presente. Y por último quisiera dar las gracias a las personas que hacen que todo esto sea posible, y que nos dan la oportunidad de pasar dos días increíbles.

(Carmen Rubio Pérez, alumna de 4ºD)

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