lunes, 4 de octubre de 2010

CONVIVENCIA DE VERANO 2010

PUENTE - MURO

Todo comienza el 28 de Junio, estábamos impacientes y con muchas ganas de ir a Jerez. Nos reunimos en la estación de San Bernardo, para coger el tren con destino a la casa que la Congregación tiene allí, y que es compartida con otras muchas personas de distintos lugares, Madrid, Málaga, Cádiz (San Fernando) y Sevilla.

Cuando llegamos allí, nos reencontramos con compañeros que conocíamos de convivencias anteriores, y conocimos a gente nueva con la que íbamos a compartir esta experiencia.

Esta convivencia, ha sido la más importante para mí de todas las que he vivido, ha significado mucho. Por una parte, porque conoces a gente maravillosa que cuando teníamos problemas nos apoyábamos los unos a los otros, nos integramos muy bien, nos cogimos mucho cariño y nos divertimos mucho durante toda la semana que estuvimos juntos. Y por otra parte, además de compartir todos los momentos del día con gente con la que te sentías a gusto, porque nos entendíamos de maravilla, también fue una convivencia con muchos momentos de silencio y reflexión.

Una de las cosas que más me llama la atención, es que en tan pocos días de convivencia, se establezcan entre nosotros tan fuertes lazos de amistad y afecto, hasta el punto que llegas a tener una gran confianza con gente que antes de la convivencia no conocía. Esto ocurre, porque no somos tan diferentes unos de los otros, todos somos adolescentes de la misma edad, con sentimientos, ilusiones, conflictos y problemas similares… y lo más importante, es que todos tenemos un motivo común para estar allí: acercarnos a Dios a través de los grupos juveniles durante todo el año y compartir ese encuentro con Dios con los demás compañeros, esto acompañado, como no, de unas inmensas ganas de divertirnos.

En la convivencia, realizamos todo tipo de juegos, es decir, juegos de presentación, grupos de reflexión, donde tratábamos temas de la vida cotidiana, nos bañábamos en la piscina, algunos por “accidente” con ropa incluida, como yo… las charlas y risas hasta altas horas de la noche en la habitación, el amigo invisible, y también vimos el partido de España ante Portugal…

Desde mi propia experiencia, os puedo decir que durante la semana de la convivencia he conocido a gente increíble con la que aún sigo manteniendo contacto, y con las que me he reunido varias ocasiones durante este verano.

Esta convivencia ha sido muy significativa, nos ha servido para mantener contacto y estar más cerca de Dios; darnos cuenta de quiénes somos y qué es lo que realmente queremos, que es seguir el camino de Dios.

Antes de despedirme, no quisiera olvidarme de todas aquellas personas tanto monitores como profesores y las hermanas de la Congregación, que durante esta semana de convivencia y en otras muchas, hacen posible que la convivencia y los grupos juveniles sigamos adelante. Personas que son para nosotros un ejemplo a seguir.

¡Os animo, a que os apuntéis a los grupos juveniles de la Parroquia del colegio!

María del Carmen Mezquita Mateos (alumna de 4ºA)

No hay comentarios:

Publicar un comentario